Plantarse es una expresión popular que se utiliza en algunos juegos de naipes jugados con la baraja española, como puede ser el conocido como las siete y media. Se produce el plante cuando el jugador no quiere recibir más cartas de la o las que ya posee. Plantarse se utiliza también cuando se quiere indicar que alguien, que hace frente a una determinada situación, no está dispuesto a ceder en lo más mínimo. En este último sentido todo apunta a que en estos días hemos entrado en una especie de tiempo de plantes.
Se ha plantado el servicio de intervención del Ayuntamiento de Córdoba, ante lo que juzgan irregularidades graves en el pago de las nóminas. La cosa, al parecer, viene de lejos, pero han decidido plantarse ahora, después de haber realizado numerosas advertencias que han caído ensaco roto, y poner serios reparos a la lista mensual que contiene el pago de las nóminas. Este plante no es cosa menor. Para que los trabajadores municipales cobren sus emolumentos serán necesarias determinadas operaciones del pleno municipal que habrán de repetirse mensualmente, mientras dure el plante de los servicios de intervención.
Otra que se ha plantado, pero todo apunta que va a ofrecer menor resistencia de la que se le presume a la intervención municipal cordobesa, ha sido Susana Díaz quien, pese a encontrarse en horas bajas y pese los ataques de Ferraz, sigue dominando el aparataje del PSOE en Andalucía. Ha tenido que tragar con cuatro ministros encabezando listas electorales, lo que incluye a algún paracaidista -caso de Grande Marlaska que ha aterrizado en Cádiz-, pero en las listas aprobadas por el susasismo se ha plantado cara a Ferraz, dejando fuera de los llamados puestos de salida a determinadas indicaciones del sanchismo. En Ferraz están dispuestos a enmendar la plana, aunque sea ir en contra de la sacrosanta voluntad de los militantes, algo de lo que Sánchez ha hecho bandera. Pero ya se sabe que el presidente del gobierno en funciones, cambia de opinión sin inmutarse, según cuadre a sus particulares conveniencias.
Otro plante, no menos llamativo, ha sido el protagonizado por la alcaldesa de Córdoba en la reunión que han celebrado los socialistas cordobeses para elaborar la lista con que concurrirán a las elecciones municipales. La ejecutiva quiere imponerle una serie de nombres en los puestos de salida -siempre es en esos puestos donde se producen las trifulcas y salen a relucir los plantes-, pero Ambrosio, lógicamente, ha dicho que nones y se ha plantado. Quiere que la acompañen gente de su confianza, pero alguno de ellos no cuenta con las bendiciones del aparato. La alcaldesa, que pronto lo será en funciones, señala, a nuestro entender le asiste todo el derecho, que quiere el mismo trato que han tenido en la provincia aquellos alcaldes socialistas que se presentan a la reelección, que también es su caso. A todos ellos se les ha dado vara alta y Ambrosio no admite que ella no vaya a tenerla. Veremos en que acaba este plante.
En cualquier caso, no sé si porque las elecciones se acercan, los plantes están a la orden día. Vivimos en un tiempo de plantes y como en las cartas, aunque al plantarse se corra el riesgo de no llegar, es siempre mejor que pasarse “porque si te pasas es peor” que decía el genial Muñoz Seca en “La venganza de don Mendo”
(Publicada en ABC Córdoba el 13 de marzo de 2019 en esta dirección)